La desmaterialización de los
soportes conduce a la desmaterialización de la obra de arte. Ahora no podemos
hablar de “obra de arte”, sino podemos hablar de hecho artístico. Un hecho
artístico variará dependiendo del lugar donde se enmarque la representación
visual, del momento en el que se vea y del espectador que la vea.
La figura del artista cambia
también en los tiempos actuales para convertirse en una especie de “revolucionario
visual”. Los conceptos anteriores que teníamos sobre la figura del artista ya
no nos sirve, sobre todo la idea romántica del creador visual como genio, como
ser humano único e irrepetible que, sumido en una vida bohemia y desordenada,
crea por impulsos, como tocado por una varita mágica. Este estereotipo,
consolidado por los medios de comunicación en la mayoría de las películas,
novelas o representaciones teatrales que hay sobre la vida de los creadores
visuales, no coincide con la figura de lo que hoy es un artista.
El artista de hoy entiende su trabajo como un proceso con inicio y
final, que necesita organización y perspectiva para llegar a su fin.
Aunque es importante mencionar,
que el papel que más ha cambiado, ha sido el del espectador, ya que ha pasado
de estar acostumbrado a mantener una posición pasiva ante a obra de arte y
dejarse llevar por el creador a tomar las riendas del acto de contemplación,
dándole la vuelta.
En el arte de hoy, el espectador tiene que trabajar para pasar de la
contemplación a la comprensión, tiene que poner en funcionamiento cosas tales
como sus conocimientos, su capacidad de relación, incluso su creatividad.
Uno de los ejemplos de esta representación visual actual es el llamado "BODY ART", que concibe trabajos artísticos con el propio cuerpo. Estos son algunos de mis ejemplos:
Fotografía y edición: Pepa Morente y Jose Jovisur.
Postulado: Inma Ortiz
Documentación:
ACASO, M (2006): "El lenguaje visual". Barcelona. Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
Inma Ortiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario